domingo, 16 de septiembre de 2012

Sri Lanka: No, sin mi hijo!!!


Nunca pensé viajar a Sri Lanka, no era el sitio que yo prefería para viajar, pero allí estaba mi hijo, y decidí coger el avión desde Barcelona en busca de él.. no pensé en el largo trayecto hasta allí, pero para mí fue como ir a Santa Coloma de las ganas que tenia de abrazarlo..

Hice escala en Doha, yo me volvía loca. Qué suerte que iba con mi Alicia, mi Antonio y mi Justi que me acompañaron en esta experiencia. Por fin llegamos a Colombo, capital de Sri Lanka. El tiempo no pasaba, pero cuando vi a mi hijo fue una sensación de alegría y de tristeza, de alegría por verlo otra vez después de un año y de tristeza fue que como que lo vi tan bien pensé, este se queda aquí!

Pasado este momento tan difícil de explicar, y tan lleno de emociones me relajé y pensé, voy a disfrutar de mi familia y del viaje, pensé que todo lo que seguía sería maravilloso, y así fue.
Salimos del aeropuerto, el mundo era diferente, los olores, los colores, la gente .. y pensé .. que hace mi hijo aquí! Este está loco! Pero yo adelante.. quería ver Sri Lanka.

Mi hijo nos dijo que teníamos que subir a un autobús que parecía de los años 30, esperando que se llenase de gente para partir rumbo a Kandy, durante 4 horas más, después de14 horas de avión y sin poder sentarnos... y yo le dije: - hijo mío! pero como no has pensado en tu madre? Con una prótesis en las rodillas. y él dijo: - pero mama!.. que es una broma..no ves que tengo el coche aquí en el parking.


 Y las 4 horas se convirtieron en 2 y media en una furgoneta muy cómoda y con Aire Acondicionado. Allí nos esperaba Mr.Udaya nuestro conductor, de religión medio budista medio cristiano, ya que a raíz del Tsunami del 2004 nos contó que cuando estaba bajo la segunda y más potente ola.. vio a Jesús y lo rescato, por eso desde entonces cree en dios.
Camino a Kandy empezamos a experimentar la invasión de olores y colores del país, es alucinante. Y empecé a darme cuenta del gran viaje que nos quedaba por delante.
Y pensé..: me tenía que haber traído el Lexatin! (un relajante muscular) para poder aguantar la tensión causada por la falta de semáforos, el caos de coches, las vacas cruzando por la carretera, monos, personas andando y cruzando por todos los lados, tuk tuks cambiando de dirección sin ni siquiera mirar, pero dentro de todo este desorden..mi hijo estaba conmigo diciéndome.. mama!  tranquila que aquí no pasa nada. Y tenía razón.. es una gente encantadora. Lo mejor es el meneíto que hacen con la cabeza cuando dicen “si”, son amables, atentos y cariñosos, y nada pesados.



La moneda es la rupia, para mí fue fácil, gracias a mi hijo que me dijo.. Mama! si quieres comprar algo, piensa en pesetas, y yo como todavía pienso en pesetas, me fue genial, una rupia una peseta. Perfecto!
Después de tres horas llegamos a Kandy y sobre la una del mediodía fuimos a buscar Hotel.  Yo con mi marido, José he viajado mucho, y siempre he estado en buenos Hoteles, y aquí me encontré todo lo contrario, uno que está lleno de mosquitos, otro sucio, las habitaciones deprimentes, y así hasta que encontramos uno que estaba medio bien y que costaba 3000 pesetas(rupias) una noche los tres, y mi Justi y mi Antonio 2500.


Tocaba pasear, ver Kandy y tener mi experiencia con la comida. Y como no! Arroz con vegetales, arroz con pollo, arroz con curry, vamos arroz con todas sus variantes, pero como había hambre nos lo comimos. Después de una pequeña siesta para descansar del largo viaje, Mr. Udaya nos aconsejó que fuéramos a ver bailes tradicionales. Se trataba de danzas acariciarse con el fuego o andar sobre ascuas, me recordaban cuando era pequeña y en el circo de mi pueblo lo hacían también y yo me quedaba alucinada! Y ahora con 60 años me ha vuelto a alucinar. Fue como volver a mi infancia.



El Hotel estaba frente a un lago, al atardecer le digo a mi hijo; mira cuántos pájaros! Y dice mi hijo: Mama! Que son murciélagos.. y mi hermano Antonio dice : Hoy que alucinante  y mi hermana Justi: nena vamos pa dentro que nos van a chupar la sangre. Eran negros y  tan grandes como la Chula, para quien no lo sepa es la perra de mi hija, que para mí es como una nieta.
Llego la noche, y yo tenía una sorpresa. Saqué de la maleta chorizo, fuet, queso, jamón. todo ibérico, lo mejor para mi hijo!

Cuando mi hijo vio aquello. hay mama! Que grande eres, y yo le decía.. come hijo  come. Todo para ti!  Improvise un mantel con mi foulard, y allí estuvimos como en el mejor hotel del mundo, juntos otra vez! además el camarero y a la vez botones del hotel, nos traía vasos, platos, de todo! Vamos que solo le falto sentarse con nosotros.  Probó hasta el jamón!



Y aquí acabo nuestro primer día en Sri Lanka con mis hijos y mis hermanos!!

Continuará....

Relatado por Isabel, mi madre.


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