Estuvimos
andando 2 horas y media por una jungla super frondosa, la verdad que el nombre
de impenetrable se lo merece, cortando los arbustos con los machetes abriéndonos
paso entre los arbustos. Y de repente vimos unos arbustos moviéndose y nuestra guía
se paro, nos dijo que dejásemos los bastones y las mochilas en un sitio y
empezamos a ir directamente donde se movían los arbustos, entonces avistemos un
gorila chiquitin que estaba en lo alto de un árbol comiendo, y después de un
rato de búsqueda entre los arbustos, encontramos al Espalda plateada y a su
familia
descansando. Allí estuvimos, 1 hora a 2 metros de ellos, no los pudimos
ver perfectamente, pero fue una
experiencia alucinante, el espalda plateada gruñía
y se tiraba pedos, imaginaos 250 kg de animal es alucinante lo grande que es y
vimos como le daba de mamar la madre gorila al gorila chiquitin.
Después
de una hora observándolos, nunca es suficiente, nos dieron el aviso para
volvernos… Así que apenados pero con la experiencia de haber estado con ellos,
los gorilas de montaña. Solo quedan unos 350 ejemplares, una experiencia que hay
que hacer si vienes a Uganda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario