KIGALI Y EL GUANTANAMERA!!!!

Kigali, es una ciudad limpia, ordenada, con semáforos que cuentan los segundos que te quedan tanto para pasar como para esperar.  Los conductores  los respetan, en las motos solo pueden ir el conductor y el paquete, hay policía en cada rotonda y en cada esquina y la seguridad es alucinante, es como estar en otro continente. El centro de la ciudad no es nada del otro mundo, es pequeño y sin mucho que hacer, lo tienes visto en unas horas y solo hay un par de centros comerciales, varios bancos y bares, pero están construyendo bastantes nuevos edificios, la ciudad está en pleno crecimiento y renovación. Alrededor de la ciudad hay varias colinas,  donde vive la población de Kigali y allí es donde se mueve todo el ambiente de la ciudad, si quieres salir de marcha y pasar buenos ratos.

Yo tuve la gran suerte de conocer a Faith en Kibuye, y me invitó a pasar unos días a su casa, ella en una de esas colinas, no muy lejos del centro. Llegue un sábado y allí me estaban esperando Faith, Carol, Joe y Ciprian, con una cerveza Primus bien fresquita, ya que esa noche era la fiesta de despedida de unos amigos que dejaban Kigali para irse al Congo a Vivir, la fiesta era en un hotel de lujo recién abierto.  La verdad que me sorprendió con creces, botellón en toda regla con whisky caro, vodka y todo lo que se lleva a un botellón normal en España, Así que pintaba bien y me lo pasé genial bailando el bendover bendover bendover, sawa sawa yeeee, y muchos mas hits africanos. Pero eso no era todo, al día siguiente otra fiesta estaba esperando, y el lunes otra, y el martes otra y el miércoles resulta que Carol hace espectáculos de karaoke y ya os podéis imaginar que canciones cante yo, la macarena, la bamba y el guantanamera, todo un espectáculo y todo el bar bailando la macarena y cantando conmigo, jejeje. El jueves otro karaoke en otro bar, donde por cierto hacen unas costillas de cordero que te mueres, y otra vez la macarena, la guantanamera y la bamba, y el viernes otro y otra vez lo mismo. Así conseguí una semana completa con mis amigos en Kigali, la mayoría Keniatas y Ruandeses.  El sábado y el domingo a descansar y el lunes invite a Faith y Carol a cenar a un restaurante de calité, ya que se habían portado muy muy muy bien conmigo, nunca las olvidaré he estado como en casa.

Así que el Martes de madrugada dirigí mis pasos hacia Tanzania, de camino a Kigoma desde donde el Ferry Liemba, el majestuoso ferry con mas de 100 años de antigüedad, parte en dirección a Zambia, de nuevo en la carretera, triste por dejar a personas que quiero y me han dado mucho amor y cariño, solo espero encontrarlas de nuevo en alguna parte del mundo, sino, porque no. Volver a Rwanda, quien sabe, la vida siempre te sorprende, de momento sigo viajando que es lo que realmente quiero hacer, viajar, viajar, viajar, conocer, conocer, conocer, vivir, vivir, vivir….