De windhoek al fish river canyon y vuelta a sossusvlei

Ellos ya estaban volando de camino a Namibia, de mientras yo
y nuestra compañera de viaje Ariadna, otra valencianeta que me encontré en
Botswana, nos dedicamos a encontrar la compañía de alquiler de coches mas
interesante. Así que al dia siguiente a las 6 de la mañana me dirigí todo
nerviosito a buscarlos al aeropuerto y el avión, claro, con puntualidad alemana,
llegó a su hora. La puerta de llegadas se abría y cerraba y ellos nunca salían,
hasta que los vi, con su jerseicico, sus pantaloncicos largos y su color de
piel como del que llega de un largo invierno, pálido. Y al salir del aeropuerto el sol ya brillaba
y calentaba a las 8 de la mañana como en España a las 12 en pleno agosto, y mi
hermana ya se puso contenta.
Nos dirigimos al lodge donde estábamos alojados y nos bebimos
unas cervecitas, desayunamos y nos fuimos a buscar el cochecito casa donde
viviríamos y viajaríamos como nómadas durante estos 20 días que ahora
empezaremos a contar en partes separadas, en total 4, de los 4 participantes del viaje por Namibia.

A las 4 de la tarde, ya teníamos el 4 x 4 en nuestra posesión! Después de habernos
dejado un pastón por los 16 días que habíamos alquilado el cochazo con
neverica, sillas, mesa, equipo de cocina y unas tiendecicas en el techo para
dormir 4 personas, así que lo primero fue ir al supermercado y comprar comida y
cerveza para unos cuantos días. Empezamos a conducir que serían las 5 y pico,
recorrimos unoas 200 km hasta las 7 casi, y nos paramos a dormir en un lugar
que encontramos en la cima de una loma, con vistas impresionantes del
atardecer, el mejor lugar para empezar el viaje, donde hicimos barbacoíta amenizada
con licores locales y por supuesto el
jamon, el queso, el chorizo y el fuet que mi hermana con tanto esfuerzo
había traído en su mochila. Gracias gracias, a las dos.

Con el
achupenchaaaaa
mamani chipapooooooo uuuuuu epapoooooo del rey león, nos despertamos el
primer dia, un amanecer precioso, un poco adelantado, leche con galletas y de
nuevo en la carretera de camino al Fish river canyon, según los datos que tengo
el segundo más grande del mundo después del del Colorado, con 160 km de largo,
27 km de ancho en su punto máximo y 549 m de alto máx. Con 350 millones de años
de antigüedad, en medio del desierto, un lugar encantador con una calor que no
se podía ni estar, allí no vivían ni los lagartos. Lo visitamos durante 2
horillas por diferentes miradores y luego fuimos a las fuentes termales de
Ai-Ais donde dormimos en medio del desierto rocoso cerca del rio, otro lugar
inolvidable, con luna llena total que nos hacía de farolillo por la noche.

Al amanecer nos fuimos a visitar la fuentes termales, que
por cierto creía que me iban a defraudar, como siempre, pero me quede del todo
petrificado con el lujo gratuito de las instalaciones, disfrutamos de lo lindo
y después a la piscinita un ratillo. Y ya emprendimos el viaje de vuelta hacia
sousvlei el desierto de dunas, pero lo hicimos bordeando el fish river canyon, encontrándonos
con el orange river que nace en lesotho en el centro de surafrica , un paisaje
precioso donde yo personalmente disfrute con las rectas en el inmenso desierto
y con las curvas de las montañas por la rivera de los ríos.
De camino hacia las dunas nos quedamos a dormir en una
granja en la que nos colamos y tuvimos la suerte que no había nadie, solo un
grupo de vacas curiosas que venían a visitarnos de vez en cuando, hasta que
llegó la noche y se fueron a dormir. Nosotros disfrutamos de nuestra compañía
tan añorada y disfrutamos de otra noche mágica junto comiendo jamón y explicándonos
todas la novedades que nos quedaron pendientes.
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