Como si fuera Livingston en una de sus aventuras por el
continente africano, después de dejar Lusaka, me adentré hacia el bajo Zambeze,
el que fue uno de los lagos artificiales más grandes del mundo, con más de 200
km de largo y 35 km en algunos puntos de ancho, el Lago Kariba. Su presa una
obra de ingeniería de los años 60, me dejo alucinado con sus más de 80 metros
de altura en la garganta que hace de tapón de las poderosas aguas del rio
Zambeze. Allí pasé unos días relajados en uno de sus hoteles y aproveché para
explorar la zona, pero básicamente me dediqué a descansar y a bañarme en la
piscina de mi hotel, que estaba muy bien y hacía mucho tiempo que no podía disfrutar
de unos días así, jejeje.
Del lago kariba ya salí directamente hacia la ciudad de
Livingston, ciudad donde se encuentran las majestuosas cataratas Victoria, de
camino probé suerte con el autostop que aquí en África funciona de lujo, el
primer coche paró y me llevó casi 200 km, desde allí ya cogí un bus que me llevaría
hasta Livingston donde conocí a un Portugués que viajaba desde el cabo norte de
Noruega hasta ciudad del cabo en Sur África, todo en transporte público sin
coger ningún avión, llevaba 6 meses de camino, lo mismo que yo y había
recorrido casi el triple de kilómetros que yo. Me impresionó como Mateus este portugués
se espabila y se busca la vida, con tal de perseguir su sueño, viajar, y de
cómo enseguida te contagia la ilusión y te sientes con ganas de hacer lo mismo,
si os interesan sus historias www.decaboacabo.blogspot.com
merece mucho la pena, aunque está en portugués.
En Livingston me dio tiempo de descansar, leer, escribir,
salir, compartir experiencias y claro
visitar las cataratas victoria.
Mr. Livingston encontró las cataratas en 1855 en su cuarto
año de viaje por el alto Zambeze, una de las 7 maravillas del mundo 1,7 km de
largo y 105 metros de alto, su estruendo al caer y la niebla que crea al chocar
contra las rocas crean una nube que cuando pasas por abajo te empapa, además de
crear series de arcoíris dependiendo de la posición del sol, creando una imagen
que se te queda gravada en la mente para toda tu vida. Desde el boiling point,
lugar donde salen los botes de rafting
en su camino hacia las gargantas del Zambeze
donde están los rápidos, los más impresionantes de África. La pena es que
cuando yo estuve, la temporada de lluvias ya había empezado y el nivel del agua
era demasiado alto, así que muchos de los rápidos estaban tapados por el agua y
habían perdido su fuerza, entonces decidí no hacerlo, ya lo haré la próxima vez
que venga. Además, desde el boiling point, también puedes ver a los saltadores
del Bungee jump un salto desde el puente que une Zimbabwe con Zambia, 115 m de
altura todo un subidón de adrenalina sobre las aguas marrones y turbulentas del
rio, yo estoy esperando al salto de Sur África
220 m de alto ese seguro que no me lo pierdo!!! La verdad es que me habría
gustado pero es que todo no se puede hacer desgraciadamente el dinero se va
acabando y aún me quedan muchos lugares que visitar.
Así que el último día decidí hacer el sunset cruise, otra
actividad que se hace en Livingston, con un barco al atardecer, viendo el
parque natural de la cataratas victoria, hipopótamos, elefantes y cocodrilos. Además
de barra libre para toda la tripulación, yo tuve la gran suerte de compartirlo con muy
buena compañía.
Después de una semana en Livingston, me toco ir Botswana a
Maun ciudad desde donde salen todos los safaris la Delta del Okavango, que ya
lo contaré en la siguiente crónica. Ahora ya estoy esperando a que llegue mi
hermana a Namibia que llega en 7 horas, que ganas que tengo de verla…..
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